Sin lugar a dudas el entorno de los ríos hace que Pinofranqueado ofrezca al ciudadano y visitante un toque distinto, el agua como fuente de vida, frescor, naturaleza.
Y es en Pinofranqueado donde se juntan los valles de los ríos los Ángeles y Esperaban y, por tanto, los ríos mismos, siendo el segundo afluente del primero. Seiscientos mentros río abajo de este encuentro está la presa que forma la piscina natural, de las más grandes de Extremadura, con sus 370 m de largo y 32 m de promedio de ancho. Es una piscina que invita al baño, a practicar la natación e incluso disfrutar con pequeñas barcas. A lo largo de la piscina existen zonas arboladas que dan la sombra para evitar los rayos de sol de las horas más dañinas a los bañistas y paseantes.
La piscina natural está atravesada por el puente de piedra de una longitud de 100 m y 6 ojos, uno de ellos es transitable para cruzarlo por debajo. Construido en 1911 y bendecido por el obispo Ramón Peris Mencheta.
El paseo del río transita paralelo en su primera parte al río los Ángeles y en su último tramo al Esperaban en sentido contracorriente. Está asfaltado y es fácilmente transitable al ser practicamente llano y con una pendiente no superior al 2%. Con un total de 850 m de longitud y una anchura de 3 metros hace el recorrido ideal para pasear en un entorno de naturaleza, especialmente para personas de avanzada edad y familias con niños.
Existe junto al puente un Photocall mirando al puente para llevarse un recuerdo de su paso por la localidad.
También se puede disfrutar tomándose algo en algunas de las terrazas de restaurantes o chiringuitos habilitadas en los márgenes del paseo.
